EL FRASCO DEL ABURRIMIENTO

¡ESTOY ABURRIDO!
Siendo padres, es muy común oír esta frase por parte de los chicos. Si bien muchas veces ellos mismos pueden recurrir (o nosotros proponerles) a actividades más estructuradas o recursos tecnológicos, ese tiempo en que se aburren es una gran oportunidad para mirar a su alrededor, explorar su mundo interno y desarrollar su creatividad e imaginación, descubrir nuevos intereses.
Es necesario para los chicos encontrarse con tiempo libre y poder decidir cómo manejarlo.
A diferencia de lo que muchos padres creen, el aburrimiento no es algo negativo sino que le permite al niño explorar nuevas áreas de conocimiento, favorece nuevos aprendizajes y contribuye a su desarrollo psicológico.
Por ese motivo, es importante que podamos ayudarlos a que puedan gestionar ese aburrimiento de forma beneficiosa.
El FRASCO DEL ABURRIMIENTO es un recurso muy eficaz para combatir el aburrimiento, y muy simple de realizar.
Los ELEMENTOS a utilizar son:
- Un frasco.
- Papelitos de colores.
- Marcadores.
El niño escribirá o dibujará ideas propias (o sugeridas por nosotros) para divertirse en cada papelito, lo enrollará y lo guardará en el frasco.
Cuando el niño diga que se aburre, podrá tomar tres papelitos del frasco y elegir una de las actividades propuestas.
ALGUNOS EJEMPLOS: Empezar una colección de objetos como hojas, piedritas. Inventar un juego nuevo y crear sus normas. Hacer un dibujo para alguien especial. Hacer un zoo con peluches. Hacer una obra de teatro o de titeres.
Recortar fotos de revista y hacer un collage. Hacer un libro de chistes o un "diario de cuarentena". Y mil etcéteras que los chicos (o los papás) puedan imaginar.